sábado, 20 de diciembre de 2014

but i'm a creep

Ojos cerrados y es de noche. El frío ya no afecta, ni la humedad, ni el calor.Se encuentra ella sentada, completamente recta, más de lo que había estado nunca.



Cualquiera llamaría vacío a como ella se siente, cuando en realidad estaba llena de marañas de humo y halos de caos que no le hacían sentir diferente a hace medio segundo.
Simplemente se encontraba sentada, buscando un pequeño remanso se paz, un agujero negro entre las transparencias de sus carencias.



Algo donde realmente hubiera un vacío. Y sólo había rabia.
Se encontraba con su reflejo relatándose, gritando que se calle, que no está lo suficiente erguida, que no lo ha hecho bien una vez más. Pero qué fácil es hablar desde fuera, o en este caso desde dentro, ¿no?
Qué fácil es pensar lo que deberías haber dicho después de haberlo hecho mal.
Y qué difícil era ella.



El precio de que te guste lo difícil.
Por lógica o por contraposición debería buscar lo fácil, que le gustara eso. Pero no.
Ella sigue sentada reprimiendo como cada segundo desde que tiene consciencia, las ganas de llorar. Para ella reprimirse se había convertido en costumbre.
Y qué tentador se tornaba el poder llorar libremente. Hasta que volvía a aparecer su reflejo y la miraba con ojos de reproche.
Lo peor era que su mayor miedo era ella. Ella y sus reproches.


Imagina un espejo roto; pues cada esquirla era un fantasma.

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