Si yo te cuento todo lo que hay aquí guardado, sería como ver un pájaro volar por primera vez.
Aquí seguimos, tras todo esto, recuerdos, rencores, errores y virtudes aquí aun estamos.
Y hoy siento que ya va a estallar, que he tenido que buscar dentro de mí, no por decisión propia sino por necesidad, todo lo que estaba oculto.
Anoche no fue horrible, pero odié estar tan cerca y a la vez tan lejos.
¿Cómo he podido no alimentar durante tanto tiempo a mis monstruos? No lo sé. Sólo sé que anoche algo me decía "corre" pero con un susurro, delicado y casi imperceptible. Cuando ese mismo susurro un día fue un grito estremecedor.
Te paras a pensar en los finales, no en los felices, simplemente en los finales. Y tú y yo nunca tuvimos uno. No lo siento como tal. Aquella pantomima en la calle, diciendo un adiós mudo pero un adiós al fin y al cabo, es algo que sigo sin creer.
Pero ahora sé lo que significa "tomar una decisión que no quieres tomar", ahora sé lo que puede llegar a doler. Y te pregunto ¿CÓMO? porque no entiendo tu fuerza y tu valor, esa fuerza aparente que deja entrever una fragilidad extrema. Porque yo te conozco, y veo tu fragilidad.
Seguiré sin alimentar a mis monstruos, porque lo he hecho antes y no quiero hacerlo más.